Bronx Community College, City
University of New York
Debido a la necesidad de descartografiar y recartografiar los compartimentos de La ciudad letrada y ante el surgimiento de una
diversidad y pluralidad de discursos alternos frente las políticas hegemónicas
culturales, se han revelado en los últimos años otras manifestaciones de lo
teatral, siendo un caso muy particular los trabajos del grupo Vueltabajo de
Mayagüez. La contribución que lleva ejerciendo este grupo en pocos años de
existencia, me da pie para continuar con mi reflexión sobre la producción
cultural teatral contemporánea en Puerto Rico que fue iniciada con el libro Para que no se nos olvide: ensayos
de interpretación sobre un teatro puertorriqueño marginal, Premio
Internacional de Literatura del Instituto de Cultura Puertorriqueña, 2013.
Pues bien, continuando con estas reflexiones anteriores, en esta ocasión me dirijo a demostrar una vez más que los discursos que se usaron a través del teatro para construir un modelo de lo que debe ser la cultura y la nación, se recartografían en otros espacios urbanos o no urbanos fuera de La ciudad letrada capitalina. El grupo "Vueltabajo" de Mayagüez descartografía y recartografía los límites de dicha ciudad, y se concentra en un movimiento nomádico en la Isla, Barcelona y Nueva York, amenazando al elitismo social y a la inteligencia nacional y cultural que el teatro puertorriqueño utilizó como órgano motor escriturario y simbólico en La ciudad letrada.
Su trabajo se inclina hacia un cuestionamiento y desenmascaramiento de
aquellos valores tradicionales que la élite letrada acentuaba desde su propio
derrotero como clase burguesa criolla hacendada, que se resiste a la
norteamericanización, y que construye un discurso exclusivista que marca su
hispanofilia, su racismo, su clasicismo, su misoginia y su privilegio como
clase ilustrada para educar al pueblo.
En el libro La ciudad letrada de Ángel Rama (1983) se explica que el
discurso hegemónico que forma, compone y define la nación y la cultura tiene
tendencias a la “homogeneización e higienización” por medio de la escritura
(91). Según, el crítico:
[se construye un] discurso autónomo que esboza la formación de la nacionalidad
y establece admirativamente sus valores […] Edifica el culto a los héroes,
situándoles por encima de las ficciones políticas y tornando los símbolos del
espíritu nacional; disuelve la ruptura de la revolución emancipadora que habían
cultivado los neoclásicos y aún los románticos, recuperando la Colonia como la
oscura cuna donde se había fraguado a la nacionalidad; redescubre las
contribuciones populares localistas, como formas incipientes del sentimiento
nacional y, tímidamente las contribuciones étnicas mestizas. Sobre todo,
confiere organicidad al conjunto, interpretando este desarrollo secular desde
la perspectiva de la maduración nacional del orden y progreso que lleva delante
al poder (91).
De ahí que no sólo la
descartografía y recartografía del grupo Vueltabajo se nutra de lo espacial,
sino que integra otras disciplinas a la teatralidad, desestabilizando la razón
logocéntrica y purista del discurso paternalista de La ciudad letrada a través de propuestas
transdisciplinarias. En ello, observamos que se vale de otras expresiones
estéticas y amplía las fronteras que limitan la definición epistemológica y
hermenéutica de lo que es la práctica de la teatralidad.
Desde la década del treinta, se ha
visto a través de la historia del teatro puertorriqueño la formación de unas
instituciones culturales de una Ciudad
letrada (Universidad de
Puerto Rico, Departamento de Estudios Hispánicos, Departamento de Drama o el
Instituto de Cultura Puertorriqueña, por decir algunas) donde se han construido
un discurso canónico de lo nacional, llámese pedreriano o marquesiano que es
quien ha determinado por varias décadas “los parámetros ideológicos […] que
determinan y definen lo que es, o no es, “teatro puertorriqueño” (Sandoval 13).
Entendiendo que la Ciudad
letrada es una metáfora para
la ciudad ideal que se formó en la época colonial para ordenar sus signos,
legitimándose mediante “la concentración, el elitismo y la jerarquización de
una estricta minoría” (Rama, La
ciudad letrada 41), el teatro se utilizó como género de
máxima difusión y recepción de sus ideologías dominantes (Gelpí 121) en oposición a la norteamericanización
colonial insular. Es decir, la construcción de un discurso monológico que
representa una identidad y una cultura puertorriqueñas monolíticas, así como la
definición de una teatralidad de lo puertorriqueño que revele un carácter
homogeneizante. De esta manera, se procederá a resaltar a través del teatro un
estilo dramatúrgico hegemónico, un espacio nacional simbólico, la ciudad
capitalina, San Juan, generando un discurso nacional totalizante
antinorteamericano que invisibiliza la pluralidad, la heterogeneidad y la
multiplicidad de diferencias puertorriqueñas y sus manifestaciones teatrales
que descartografían la estructura monológica de dicho discurso.
No es de extrañar, entonces, que veamos cómo con los trabajos del grupo
Vueltabajo se quebrantan las reglas mediante el experimento del lenguaje
escénico, dramatúrgico, corporal, crítico e identitario. A la misma vez,
entendemos que la experiencia performativa que brinda el grupo cuestiona
estéticamente e ideológicamente a la hegemonía desde la indeterminancia, la
liminalidad, la intertextualidad, la autorreferencia, el eclecticismo, la
fragmentación, la repetición y la ambigüedad, superando la representación
teatral de lo puertorriqueño que impuso el discurso hegemónico de La ciudad letrada.
El grupo
Vueltabajo constó de ocho miembros en sus inicios--Eury
G. Orsini, Zuleira Soto-Román, Raúl Reyes Arias, Gina Montes, Christie Nieves Vázquez,
Limary Ruiz Aponte, Omar Iloy y Milton Ramírez Malavés--y se
conocieron en el Recinto Universitario de Mayagüez donde creaban piezas
teatrales integradas a las disciplinas de la danza, el circo y la música
experimental y donde se formaron en la disciplina teatral con maestros, como
Félix Díaz, Aravind Adyanthaya y Teófilo Torres. Sus trabajos ocuparon espacios
públicos, plazas, calles, lugares abandonados, y se dirigieron no sólo a Barcelona,
España donde se iniciaron, sino también a Mayagüez, a otros pueblos limítrofes,
a otros pueblos de la Isla, incluyendo San Juan, la ciudad capitalina y más
tarde, a la Ciudad de Nueva York. Después que terminaron sus estudios en la
universidad partieron algunos integrantes a Barcelona, España donde:
sus
miembros entendieron la importancia de hacer arte fuera de las salas de
teatros y las galerías. Para trascender artísticamente, los jóvenes se [recrearon]
de poesía, literatura, danza y performances en los distintos espacios
públicos de la Isla. Para el grupo ocupar espacios públicos es traer
el arte al pueblo. Traer participación colectiva a través de las artes.
Cuando
regresamos de España, nos dimos cuenta de que la calle es el primer
lugar que tenemos que ocupar. Por eso de que la gente no va a la plaza
y no se ven las caras. Queremos eliminar la idea del arte burgués.("Blog
Vueltabajo")
El grupo crea talleres,
enseña cursos, establece residencias para artistas internacionales con representaciones
transdisciplinarias en lo que denominan el Semillero Artístico. Estos artistas multidisciplinarios
adoptan su nombre en Barcelona, Cataluña tiene como objetivo "de habilitar
y activar un espacio para la investigación y formación artística enfocada en el
teatro como medio" ("Blog Vueltabajo").
Sus miembros llevan más
o menos 15 años de formación y estudio, y dentro de sus representaciones han
abarcado variadas piezas para públicos diversos. A través del laboratorio de
investigación y experimentación transdisciplinaria se incluye al teatro, la danza,
el performance, la poesía, el sitio específico, las artes visuales, el video
arte y el arte sonoro. Para ello, se ha nutrido de
las vanguardias de principios del s. XX: dadaísmo, futurismo, surrealismo y
cubismo; El Teatro de la Crueldad de Antonin Artaud; El Teatro Pobre de
Grotowski; El Teatro de la Muerte de Tadeusz Kantor; El Teatro Antropológico de
Eugenio Barba; El Teatro Pánico de Fernando Arrabal y Alejandro Jodorowski; y
El Nuevo Teatro Pobre de América de Pedro Santaliz, por nombrar algunos. También
han sido influenciados con los trabajos de artistas locales establecidos, como:
Myrna Renaud, Deborah Hunt y Tere Marichal.
Entre las exploraciones con las
cuales se alimentan para sus trabajos se encuentran la actuación, la voz, la
conciencia corporal y espacial, la improvisación, el juego, la utilización de
textos no dramáticos y la utilización de medios. Con ellos se han unido otros
artistas de diferentes disciplinas, como: "el
colectivo de artes plásticas y música experimental, Matotumba; el grupo de
danza, EnSitu Danza; el grupo de improvisación cuerpo y palabra, Lengua Sorda;
el grupo de cuenta cuentos y teatro, Ágape Teatro; el colectivo de teatro y
artes callejeras, Columpio y Casa Múcaro que trabaja máscaras, títeres e
instrumentos" ("Blog Vueltabajo").
Entre las obras que han
creado todos estos años están: "Leins", "Lágrimas de oro"
(2012), "Composición 1" (2013-2014), "Perro trailer",
"El visitante en la oscuridad" "6 semilla de microteatro", "Pliegues"
(2013), "Los doh coSos esoh" (2014), "Proyecto R" (2014),
"Narices negras" (2014), "Micromundos" (2014) y
"Conversaciones dE SaGraDas" (2016).
El grupo da importancia en hacer arte en
espacios públicos porque sirven como un instrumento "de expresión para la
sociedad. Las artes le dan voz a nuestra sociedad. para dejar saber aspectos
sociales y políticos. Pero también dejamos ver los aspectos estéticos del arte”
("Blog Vueltabajo").
También ayuda a permanecer activas "las
plazas, parques y áreas recreativas para así anular la percepción de que son
lugares inseguros y de alta incidencia criminal" ("Blog Vueltabajo").
La recepción del público hacia el grupo ha sido positiva y de mucho servicio de
apoyo comunal y de comercios locales. Según miembros del grupo ante la crisis
por la que atraviesa el país hay que salir a la calle para explicar a la gente
lo que se trama en la política partidista por varios años. Por esto, proponen
establecer comunidades, reocupar espacios donde se activen coloquios,
reformular la participación social y agencial de los ciudadanos con convicción,
utilizando sus habilidades, sus talentos desde una transparencia sólida como
artistas y seres humanos.
Salen a la calle ante la necesidad de
espacios culturales asequibles para "transformar la cotidianidad, para
gestar un lugar en la vida de las comunidades a la que pertenecen y para que
[sus] voces e inquietudes no sean [confundidas]". Así en los últimos años
sus propuestas se han dirigido a construir proyectos teatrales
multidisciplinarios, crear "gestiones y estéticas independientes", a
retornar a las plazas de los pueblos que hagan llamados a las familias, a ocupar
espacios de encuentros sin agendas personales y sin caer en "la vulgaridad
ni en la enajenación social que domina la cultura del
país"("Circo, "Blog Vueltabajo").
En conclusión, los trabajos del
Grupo Vueltabajo y de otros colaboradores de las artes escénicas
transdisciplinarias han descartografiado y recartografiado los límites de la
metáfora de una Ciudad letrada
nacional por varias razones y entre ellas por el elitismo de clase, la
definición de una teatralidad puertorriqueña exclusiva de salas y espacios
internos, la monolitización de una cultura teatral capitalina, los límites que
categorizan al teatro sin nuevas propuestas y experimentaciones y la búsqueda
de participación activa y agencial de los ciudadanos en estas nuevas
manifestaciones de lo teatral.
Obras citadas:
"Blog Grupo Vueltabajo".
Gelpí, Juan. Literatura y paternalismo en
Puerto Rico. Río Piedras: Editorial
UPR,
1994.
Rama, Ángel. La
ciudad letrada. Hanover, NH:
Ediciones del Norte, 1984.
Sandoval, Alberto. “Estudio preliminar a El Gran Circo Eucraniano”. El Gran Circo
Eucraniano.
San Juan , Puerto Rico: Editorial Plaza Mayor, 2004. 11-31.
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